Visita el Palacio de Galiana, refugio de vida y naturaleza
La belleza se vuelve interesante cuando tiene algo especial y misterioso. Sabemos que de forma automática tu cerebro ha pensado en las ganas que tienes de descubrir nuestro hotel; pero no, en este caso nos estamos refiriendo a la visita al Palacio de Galiana: un espacio ideal y único que tienes que conocer si vienes a Toledo.
Los tesoros de Galiana reabren sus puertas en Toledo
Hay lugares que enamoran y luego están los que te dejan sin palabras. El Palacio de Galiana es de los segundos.
Si has escuchado hablar de Toledo alguna vez, probablemente sepas que también se conoce como la ciudad de las tres C: Curas, Cuestas y Cadetes. Tranquilo, visitar el Palacio de Galiana no se te hará muy cuesta arriba, ya que puedes ir en coche.
Fue construido en el siglo XI por el Rey Taifa, Al-Mamún y posteriormente reconstruido en estilo mudéjar en el siglo XIII. Además de encontrarse a orillas del río Tajo y tener unas vistas privilegiadas de Toledo, este palacio cuenta con una historia, evolución y restauración muy interesantes que puedes conocer tras tu visita.
En este edificio patrimonial toledano, declarado Bien de Interés Cultural, tendrás la oportunidad de recorrer todas las instalaciones y perderte por sus admirables jardines con influencias árabes. Estos jardines están inspirados en la Alhambra de Granada y destacan por la gran cantidad de cipreses, frutales, almendros, higueras, granados y rosas.
Si quieres disfrutar al máximo de tu visita, puedes descargar en el móvil una audioguía que ofrece información muy completa sobre el edificio, sus
curiosidades y leyendas. Reservar tus entradas y conocer horarios y tarifas no será para nada complicado, ya que puedes hacerlo en su página web.
Veraneando, se va el tiempo volando.
Visitar el Palacio de Galiana es un plan inmejorable si tu idea iba encaminada a conocer edificios medievales con encanto. Pero Toledo, además de ser Ciudad Imperial, es un lugar que destaca positivamente por su amplia oferta de planes culturales, ocio y una experiencia gastronómica única.
Cuando llega el verano todos decimos lo mismo: “ojalá un verano eterno”. En Hotel Abad no podemos parar el tiempo, pero si tenemos la bonita habilidad de conseguir que tu estancia, mientras disfrutas de la ciudad de Toledo, sea inolvidable. Para nosotros es la mejor terapia antiestrés.
¿Cómo lo conseguimos? Cuidando los detalles y mimándote mucho, que, dicho en otras palabras y con una sonrisa de oreja a oreja, puede resumirse en: “Te invitamos a pasar una noche toledana… y no precisamente porque vaya a ser mala.”
¡Te esperamos!
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