Y tú, ¿qué le pides a una escapada de fin de semana?
Este no es un post que espera respuesta alguna de tu parte. Es un post para que te des una vuelta por tu mente y descubras realmente qué es lo que buscas cuando decides escapar de tu día a día. Porque una escapada tiene ese objetivo: escapar. Escapar de la agonía de un trabajo que te atrapa durante X días a la semana; escapar de un sitio que conoces hasta el hastío; escapar de un compromiso que no te interesa… Escapar.
Escapar de lo que sea, en definitiva.
Hay quien escapa porque espera encontrar alguna razón para abandonarlo todo y hay quien escapa en busca de razones para volver al punto de partida. Independientemente de todo ello, el denominador común es escapar, que, como hemos dicho más arriba, es el fundamento y sentido de cualquier escapada.
Nosotros podríamos recomendarte Toledo como destino para escapar y no ser encontrado. Podemos hablar de sus laberínticas calles, ideales para perderte en tus pensamientos hasta dar con esa necesaria calma entre las turbulencias de tu cerebro. También podemos fundamentar la recomendación de Toledo sosteniendo un delicioso alegato acerca de la oferta gastronómica de la ciudad que en 2016 fue denominada ‘Capital Gastronómica’ (por algo sería). O podemos hablar de su papel fundamental en la Historia de España, de cómo las Tres Culturas supusieron el auge del conocimiento durante los siglos que aquí “compartieron” territorio. Podríamos decir que el alojamiento en nuestro hotel y apartamentos te harán sentirte lo más lejos posible de casa; o, por el contrario, como en casa, puesto que eso depende en gran medida, aunque se piense lo contrario, del propio huésped.
Podríamos decir tanto… Pero no vamos a decir nada.
Nada más allá.
Porque lo importante está aquí.
Porque no te interesa, porque lo que te interesa al escapar de la rutina, de los pensamientos recurrentes, del “Un, dos, tres: Responda otra…” (seguro que has terminado la frase en tu mente, ¿verdad?) es otra cosa. De eso se trata: de no anticipar lo que puede acontecer, de sorprenderte por la increíble cotidianidad de un lugar diferente al de tu referencia.
¿No es por eso que buscas algo nuevo? Bueno, ¿y a qué esperas?
Con suerte, a tu vuelta, el paradigma cambia y te harás nuevas preguntas. Pero, con muchísima suerte, quizá una única pregunta surgirá en tu mente, y, quizá, las riendas de tu existencia vuelvan a tus manos, y, quizá (quizá), guíes tus pasos a nuevos horizontes.
Y esa pregunta será: ¿Qué le pido a la vida?
Nosotros no podemos responder a esa pregunta por ti. Lo que sí podemos hacer es ofrecerte un espacio único para que tú lo hagas.
¿Cuál será tu respuesta?
Categorías: blog
Deja un comentario