Y tú, ¿qué haces cuando necesitas un cambio?
La vida es una sucesión de cosas que ocurren tanto si participas de ellas como si te quedas mirando, pensando en si deberías tomar parte o no. Siguiendo esa línea de pensamiento, podemos decir que hay veces que pasan cosas, casi siempre fuera de nuestro control, que te obligan a actuar, que te paralizan, o que te obligan a dar un par de pasos atrás para analizar la situación desde el prisma correcto.
Es entonces cuando debes tomar una decisión, porque la vida son las decisiones que tomas y las consecuencias que las acompañan; actuar o esquivar.
Decidas lo que decidas, está bien.
Está bien que decidas actuar, solucionar lo que tengas que solucionar, dar un paso u otro, o corregir el rumbo. Pero también está bien detener el tiempo. Hay momentos en que necesitamos aislarnos del mundanal ruido que nos rodea y respirar, notando que de verdad hay algo que controlas: tu forma de reaccionar ante todo.
Da igual en qué grupo te incluyas: este artículo es para ti
¿Qué haces cuando ante ti se plantea una decisión relevante? No hablamos de lo que harás para cenar cuando llegues a casa, de lo que harás el fin de semana o de qué peli verás esta noche; ¿te refugias en la música o en las páginas de un libro?, ¿te calzas las deportivas o coges las llaves del coche y conduces hasta que la mente se aclare?
No vamos a barrer para casa diciéndote que lo mejor en estos casos es hacer una escapada porque sí. Que también.
Pero vamos a utilizarlo, porque hablando nos hemos dado cuenta de lo fácil que es tomar una decisión cuando tú dejas de ser tú. Y, sí, es algo que ya hablamos en su momento. Si sigues habitualmente este blog, lo recordarás de este artículo.
En ese artículo sobre el Carnaval, hablamos de cuando dejas un poco atrás tu yo habitual para ser alguien nuevo. También mencionamos que el hecho de viajar a otro lugar te permite ser alguien distinto a quien eres día a día.
Pues bien. El hecho de ser quien no eres, o actuar como no actuarías en otras situaciones, te ayuda a conocerte mejor.
Porque conocerte desde fuera te ayudará a entenderlo que pasa dentro de tu cabeza
¿No te ha pasado que conoces las reacciones que tendrían tus amigos si los expones a una u otra situación? Es fácil sacar la ficha policial a quienes tienes más cerca, a todos aquellos de tu círculo cercano que, a fin de cuentas, de una u otra manera, no dejan de ser tus personas de referencia. Pero es mucho más difícil conocerte a ti: no sabes como reaccionarías a ciertas situaciones; sino cómo crees que reaccionarías.
Pero, ¿y si te dijéramos que puedes conocerte tanto como a ellos?
Pruébalo. Coge una maleta o una mochila y llénala con lo necesario para un fin de semana fuera de casa, y no olvides coger un bloc de notas y un par de bolis.
Coge el coche y ve a un lugar nuevo. Nosotros te vamos a decir lo de siempre porque funciona: Toledo. Vengas a lo que vengas, volverás a tu casa con la sensación de haber encontrado lo que buscabas.
Ven.
Ven y sé otra persona. Hazlo, porque te vamos a dar una razón de peso para hacerlo: Hazlo porque puedes.
Descubre cosas de ti tomando decisiones diferentes, pasea a solas con tus pensamientos y en ningún momento te cuestiones si la persona que eras tomaría un helado en invierno o un chocolate caliente en verano. Prueba a hacer algo nuevo, como regalarte lo que te mereces, tiempo para desconectar, reencontrarte, cambiar y volver a tu casa siendo la misma persona de siempre pero de una forma diferente.
Estamos tan seguros de que lo que te proponemos funciona, que nos estamos planteando llamar a algún psicólogo para que fundamente científicamente lo que decimos.
Y hablando de llamar: para dormir, llámanos y te diremos dónde está, a nuestro juicio, el mejor alojamiento en Toledo (de esto sabemos un rato).
Tu otro tú te espera, ¿vienes?
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